Un total de 246 menores de cinco años han muerto hasta el momento, cuando sólo ha pasado la mitad de los meses de invierno. La cantidad de fallecidos representa un aumento de 40 por ciento con respecto a las cifras para el mismo período de 2008, según el diario ‘El Comercio’ de Perú.
Un tercio de las muertes se registraron en la región del sur de Puno, que en gran parte está cubierta por el altiplano que se extiende a la vecina Bolivia. En algunas zonas de la región de Puno se registraron temperaturas de hasta -20°C, de acuerdo con el diario.
Los niños, que están a menudo desnutridos, son más vulnerables al frío extremo. La pobreza es generalizada en el sur del altiplano de Perú y falta mejor asistencia sanitaria y servicios básicos. De acuerdo con ‘El Comercio’, la mayor parte de las muertes no se produjeron en los centros de salud pues muchas veces los padres de los niños no conocen los peligros de la neumonía.
“Lamentablemente, muchos padres de familia llevan muy tarde a sus hijos afectados con males respiratorios hacia algún establecimiento de salud, por lo que resulta imposible para los médicos salvarles la vida”, aseguró Felipe Zea Vilca, director regional de Salud de Puno, al diario.
El Gobierno ha declarado el estado de emergencia en las zonas afectadas, pero los críticos dicen que los fríos son predecibles y las muertes anuales, evitables. Por ello, muchos han culpado a la ineficiencia del Gobierno por las muertes.
Mientras tanto, en la capital, Lima, donar mantas, ropa y alimentos para las víctimas del frío en el sur del país se ha convertido en un rito anual para las empresas y los ciudadanos.
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